Errores comunes al lavarnos los dientes

Sep 8, 2022 | Tratamientos

Los errores al lavarse los dientes pueden ser el origen de muchos problemas de nuestra salud bucodental. Cepillarse los dientes forma parte de la rutina de las personas. No obstante, con demasiada frecuencia, esta acción cotidiana no se realiza de la forma correcta. Un mal cepillado dental no logra eliminar los restos de alimentos y la placa bacteriana, incluso en las zonas más inaccesibles de la cavidad oral. ¿Sabes cuáles son los siete errores más comunes al lavarse los dientes?

Utilizar el cepillo de dientes incorrecto

Elegir un cepillo de dientes que se adapte a las necesidades propias de higiene y al estado de la salud bucodental no siempre es fácil. Existen una infinidad de tipos, formas y marcas. ¿Cuál es la inclinación de las cerdas más adecuada? ¿Es mejor el cepillo manual o eléctrico? ¿Qué dureza o materiales son mejores? La respuesta no es unívoca. No existe el cepillo de dientes ideal. Lo mejor es dejarse asesorar por un dentista antes de optar por un determinado modelo. Solo un profesional puede determinar qué tipología de cepillo conviene a cada persona. Como regla general, recomendamos prestar atención a tres aspectos:

  • Los cepillos de dientes blandos o de dureza media suelen ser los más recomendables.
  • Un cabezal pequeño permite alcanzar con una mayor facilidad todas las zonas de la boca.
  • El mango debe ser ergonómico, flexible y antideslizante.

Ejercer una mala técnica de cepillado

Para lograr el cepillado dental perfecto, la inclinación de las cerdas del cepillo debe tener 45 grados con respecto a la superficie de los dientes. En esta posición, el cabezal del cepillo debe dirigirse desde la encía hasta el diente con movimientos circulares, suaves y reiterados. El movimiento se realiza de arriba hacia abajo para la arcada superior y de abajo hacia arriba para la arcada inferior.

Cepillar adecuadamente la superficie interna de los dientes es también importante. Es una zona más difícil de limpiar, ya que no puede observarse a simple vista e implica maniobras más complicadas. No obstante, se usa la misma técnica que para la superficie externa: el cepillo debe ir siempre desde la encía hasta el diente. Descuidar el lavado en las áreas de difícil acceso facilita que la placa se asiente y se mineralice. En este caso, una limpieza profesional es obligatoria.

Mojar el cepillo con agua antes de usarlo

Para muchas personas, abrir el grifo y mojar el cepillo antes de aplicar el dentífrico es casi un acto reflejo. Sin embargo, cada vez más dentistas recomiendan terminar con esta costumbre tan asentada. Un cepillo de dientes seco actúa de una forma más eficaz y profunda sobre las bacterias que acechan en la boca y ayuda a combatir mejor el sarro y la placa.

En cambio, sí resulta aconsejable limpiarlo con agua caliente después de cepillarse. Esto ayuda a eliminar los restos de los alimentos o de pasta dental que hayan podido quedar entre las cerdas, lo que previene la proliferación de bacterias.

mojar el cepillo antes de usarlo
Es aconsejable limpiar el cepillo de dientes con agua caliente después de cepillarse. Foto de Freepik.

Aplicar una cantidad excesiva de pasta

Utilizar demasiada pasta de dientes no presenta ninguna ventaja y puede ser incluso contraproducente. Una dosis abundante de dentífrico genera, ciertamente, una intensa sensación de limpieza y de frescura. No obstante, se trata de una impresión ilusoria. La excesiva cantidad de espuma producida induce a escupir la pasta dental antes de tiempo. Además, en ciertas ocasiones, puede irritar las mucosas.

En el caso de los niños, es aún más importante utilizar la cantidad adecuada de dentífrico para evitar trastornos derivados de la ingesta de pasta, como la fluorosis.

¿Cuál es la cantidad de pasta dental recomendada? Un centímetro es suficiente. No debería superar el tamaño de una alubia o un guisante.

Olvidar el cepillado interdental y lingual

En una limpieza bucal correcta, se debe prestar una especial atención al espacio que hay entre los dientes. Para ello, incorporar a la rutina de higiene cotidiana el hilo o los cepillos interdentales es imprescindible. Estos instrumentos contribuyen a evitar la sedimentación de la placa en las zonas más difíciles para el cepillo normal.

La higiene de la lengua tampoco puede descuidarse. Ayuda a combatir la halitosis y a ralentizar la formación de placa. En las papilas, suelen acumularse bacterias y restos de alimentos. Unos pocos segundos bastan para mantener la lengua sana mediante un suave cepillado desde el interior hacia el exterior.

No cambiar el cepillo de dientes con cierta frecuencia

Los beneficios de cepillarse los dientes pueden reducirse cuando el estado del cepillo no es adecuado. En principio, el cepillo debe cambiarse, como mínimo, cada tres meses o cuando las cerdas se vuelven más frágiles y menos compactas. El deterioro de las cerdas es habitual, sobre todo si se cepillan los dientes con frecuencia y empleando movimientos vigorosos. Si las cerdas están desgastadas, conviene cambiar el cepillo antes del período mencionado.

También es aconsejable cambiar de cepillo con una mayor frecuencia cuando existen infecciones u otras enfermedades en la cavidad bucal. Lo mismo ocurre en caso de sufrir gripe, fiebre o dolor de garganta. La sustitución del cepillo evita que los microorganismos presentes en las cerdas o el mango pongan en riesgo la salud.

Como acabamos de ver, no existe una regla fija para establecer la habitualidad para cambiar los cepillos. La decisión debe tomarse según el estado del cepillo y las condiciones de salud.

usar hilo dental
El cepillo debe cambiarse cada tres meses o cuando las cerdas se vuelven más frágiles. Foto de Freepik.

No dedicar el tiempo suficiente

El cepillado dental correcto debe durar un mínimo de entre dos y tres minutos. Podemos dividir la boca en cuatro áreas: la zona superior izquierda, zona superior derecha, zona inferior izquierda y zona inferior derecha. Lo ideal sería dedicarle 30 segundos a cada una de estas cuatro áreas, 40 segundos a cepillar la lengua y 20 segundos al enjuague. Al menos una vez al día, conviene añadir un tiempo extra para la higiene con hilo dental y colutorio. Tener un reloj a la vista resulta útil para asegurarse de que el cepillado dure lo suficiente.

Estos siete errores al lavarse los dientes son fácilmente evitables. En el Centro de Rehabilitación Oral Dr. Marqués, recomendamos sustituir ciertos automatismos y malos hábitos por una higiene más consciente y atenta. El cepillado correcto de los dientes es fundamental para disfrutar de una sonrisa brillante y de una buena salud bucodental.

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